Porque nadie más puede cuidar de tí mismo; debes procurar sobre todas las demás cosas tener cuidado de tu persona.

Vivimos en un tiempo, donde lo que nos falta a la gran mayoría, es precisamente eso “tiempo” y es así como el día llega y de la misma manera pasa y llega la noche; así van pasando los meses y los años, y si no somos cuidadosos de nosotros mismos; alguna parte de nuestro cuerpo nos lo hará saber tarde o temprano. En otras palabras, y las más sabias, son las que describe la Biblia: estamos afanados en el diario vivir! Debido a eso, estamos dejando a un lado lo que en realidad es importante: Nosotros

Si nos detenemos un poco y meditamos en el recorrido de nuestro diario vivir, reconoceremos que no estamos dedicando el tiempo necesario para lograr el objetivo que es cuidar de nosotros mismos. Ya que la gran mayoría de nosotros tenemos alrededor personas muy amadas a las cuales servimos de apoyo, ya sea porque Dios nos ha dado el privilegio de tener una familia, o si así no fuera; porque nos da el privilegio de ser soporte para aquellos que Dios haya puesto en el corazón ayudar, y eso es motivo de gran gozo. Precisamente por eso debemos esforzarnos para cuidar de nuestra condición y me refiero tanto a nuestra condición espiritual, como física.
No podemos atender una y descuidar la otra, deben las dos ir de la mano. Un cuerpo enfermo no puede atender una situación espiritual.

Sin embargo, un cuerpo saludable será más capaz de atender las actividades necesarias para lograr un nivel espiritual importante.
Ya que el ser humano está compuesto por cuerpo, alma y espíritu; es nuestro deber y responsabilidad cuidar de esas tres areas. Te invito a ser conciencia y si notas que no lo has hecho de esa manera, es motivo de comenzar a hacerlo; antes de que sea demasiado tarde.

El verdadero cuidado comienza desde nuestro interior, es decir todo lo que no se ve: el alma, el espíritu, nuestra mente y nuestro corazón. Partiendo de acá debemos conocer que es lo que nos hace mal para evitar dañarnos y mantenernos bien. No importa si eres Niño, joven o adulto; todos necesitamos ser obedientes y cuidar de nosotros mismos.

Porque debemos cuidar el alma, el espíritu, la mente y el corazón?

Porque somos responsables del fin que tendrá nuestra alma cuando nuestro cuerpo muera físicamente. El alma nunca muere, sino que va a un lugar de reposo a esperar el tiempo cuando todos seamos juzgados por nuestras acciones, sean buenas o malas. de modo que el fin de ella, depende de las acciones que en vida hagamos.

En vida debemos procurar alimentar nuestro espíritu humano, la forma de hacerlo es: poniendo dentro, El Espíritu de Dios.

El Espíritu de Dios nos ayuda a no dejar que los malos pensamientos se asienten en nuestra mente y luego se instalen en nuestro corazón. De manera que con la ayuda del Espíritu Santo, logramos cuidar: alma, mente y cuerpo. Y lo más importante, nos acerca a Dios.

La palabra de Dios nos dice: "...por sobre todas las cosas guardadas, guarda tu corazón; porque de el mana la vida. Prov. 4:23.

Haciendo esto estarás cuidando de ti y ten por seguro que tu por venir estará lleno de plenitud, aún en medio de las circunstancias adversas que en tu diario caminar enfrentarás; ya que mientras estemos en este mundo, nadie está excento de padecer. Jesús lo dijo: “...en el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo. Juan 16:33. Cuando nos acercamos a El y nos mantenemos ahí, todo nuestro entorno cambia.

La Bíblia dice: “alma que pecare, esa morirá…” Ezequiel 18:20. La única forma de cuidar todo lo anterior es siguiendo al pie de la letra las instrucciones que tenemos a nuestra disposición en la palabra de Dios. Apartar un tiempo durante el día para leer y meditar en su palabra, poner el practica lo que leemos y poco a poco envolvernos en actividades que nos ayuden a desarrollar una relación cercana con Dios.

Debemos ser conscientes de que tenemos que accionar, es decir, tomar la iniciativa y comenzar a realizar cambios a fin de obtener la plenitud que deseamos. El resto, lo hará Dios!

De la misma manera que cuidamos nuestra alma debemos cuidar nuestro cuerpo, por lo que deberíamos incluir en el día actividades que nos ayuden a mantenernos saludables y cuidar de nuestra alimentación. Como hijos de Dios debemos cuidar fisica y espiritualmente nuestro cuerpo, el cual es templo y morada del Espíritu Santo.

Hay que recordar que hay quien depende de nosotros y si nosotros no nos cuidamos, no seremos capaces de cuidar a nadie más. Aún los niños tienen responsabilidad de cuidar de sí mismos, una vez que ellos son conscientes.

Ante Dios nadie tiene una excusa para no hacer lo correcto y agradable a El. Las pautas nos han sido dadas, la decisión es nuestra y nuestras acciones en vida marcarán el camino de nuestra alma cuando llegue el tiempo de partir de esté mundo.
Por más que algunos quieran negarlo, es una realidad; el alma nunca muere!

A donde quieres establecer tu residencia cuando llegue el momento de la separación de tu cuerpo con el alma?

Estas dispuesto a realizar cambios hoy, que marquen el camino de tu alma?

«Si necesitas la oración ponte en contacto, llena la guia con tus datos y dejanos saber como Dios a ministrado tu vida»

Cree en Dios, cree en su hijo Jesucristo y El Espíritu Santo te ayudará a hacer lo correcto delante de El.