En amor nos predestinó para ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, según el buen propósito de su voluntad. (Efesios 1:3-5)

Muchos son quienes crecen sin su padre o sin su madre, hay quienes crecen sin ambos padres biológicos. Sin embargo, el Padre que nos creó nunca les dejó solos, ni les dejará. Todos tenemos para nuestro beneficio el amor y protección de Dios, basta acercarnos a El y permanecer en su voluntad.

Adoptados como hijos suyos! eso es demasiado grande, razón suficiente como para honrar el nombre de Dios con nuestra vida y poner por alto su nombre.
Lo menos que podemos hacer es demostrar al mundo y a quiénes nos rodean, que somos Hijos de Dios, que no lo éramos, pero El nos escogió antes de la creación del mundo y estamos aquí con un propósito.

Encuentra tu propósito y vive por el, haz los cambios que debas hacer y tendrás en tu vida gran satisfacción. Haciéndolo, estarás honrando al Padre Celestial y serás de bendición para otros, primeramente a quienes amas; así cómo aquellos que sin conocerte, serán inspirados por tu esfuerzo y el trabajo realizado por ti.

Gracias a Dios por aquellos padres y madres esforzados, que han guiado a sus hijos por el buen camino y por los hijos que honran a sus padres siguiendo los consejos de ellos en su diario caminar. Cuídate de juzgar a aquellos padres que por una u otra razón tomaron la decisión de alejarse de sus hijos -cada caso es diferente- pero nada ocurre sin la voluntad de Dios.

A veces lo que para nosotros es incomprensible, para Dios; no es más que el desarrollo normal dentro de sus pensamientos, que van acorde con su propósito sobre el plan escrito para cada uno de nosotros. Lo que si debemos estar seguros es que es El mismo obrando para nuestro bien así como lo describe su palabra: "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados". (Rom. 8:28)

Aunque duela, debemos reconocer que El siempre está en control. No hay que olvidar que El nos escogió y tiene un propósito para cada uno. Por lo tanto, no debemos dar lugar a pensamientos negativos o lo que es peor, valorarnos menos por que las cosas no nos estén saliendo como esperámos. Antes debemos ir a su palabra que nos dice “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dijo el SEÑOR, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis” En esa porción, Dios estaba hablando al pueblo, a través del profeta Jeremías (Jer. 29:11).

Ese profeta se caracterizaba por interceder por su pueblo ante Dios, era tan genuino en su sentir que no podía contener sus lágrimas cuando ministraba y cuando oraba por su pueblo ante Dios. Es por eso que ganó el sobrenombre de “El Profeta Llorón”.
Hay que meditar en la respuesta hermosa de Dios, ante la súplica de Jeremías: Porque yo se los pensamientos….Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo!

Mira a tu alrededor y da gracias por lo que tienes.

Si aún no puedes ver lo que desea tu corazón, si la repuesta a tus oraciones tarda; Da gracias!, 

Una vez más te digo: Da gracias -y espera- todo sucede en el tiempo y la voluntad de Dios. Amén!

El Perfecto Padre sabe qué es lo mejor para ti. No sólo eres escogido, eres amado y aunque lleguen a tu mente una serie de contradicciones, no te dejes vencer por ellas. Tu fuerza y seguridad están al lado de quien todo lo puede. Cada duda que llega a tu mente apártala en el nombre de Jesús, sigue el camino correcto y vence todos los obstáculos que te alejan de El. Tu mirada debe estar fijada en El que lo dió todo por ti. Fué El quien cargó el peso de nuestros pecados y nos ha hecho libres para adorarle y glorificar su nombre.

El te ha llamado por nombre,El porque ha conocido la intención de tu corazón, te ha predestinado y además eres justificado para su gloria y honra. No te detengas y sigue siempre hacia adelante!

Todos somos imperfectos, y como tal cometemos errores; que en su mayoría no son más que mal entendidos para que la gracia de Dios no fluya. Sólo debes cuidar de no ser quien los inicie, porque Dios no da por inocente a quien sabiendo hacer lo bueno, hace lo contrario. Al final es El mismo quien pelea cada batalla y tu seguridad debe ser que la bendición espiritual que llega a tu vida, es más que suficiente para seguir hacia adelante con el trabajo que Dios haya puesto en tus manos para hacer, lucha hasta el final por alcanzar lo prometido por el Señor conforme a su propósito.

«Si necesitas oración, ve a la parte de contactos y déjanos tu mensaje. Que la paz de Dios reine en tu corazón»