Cuando la voluntad de Dios no va a corde con la nuestra, debemos estar seguros que El conoce lo mejor por venir, y aún en la adversidad habrá victoria para todo aquel que en El confíe. Pero Jesús, luego que oyó lo que se decía, dijo al principal de la sinagoga: No temas, cree solamente. (Marcos 5:36)

Probablemente hayas creído en Dios porque has atendido regularmente a la iglesia, porque tus padres te platicaron a cerca de Dios o porque has tenido una experiencia personal con El.

Si al enfrentar una situación de angustia tan grande que amenace con arrancarle la vida a un ser querido y te acuerdas de Dios y corres a El, postrándote a sus pies para suplicarle su misericordia y que evite la muerte del ser que amas. Sin embargo, la respuesta tarda un poco, a tal punto que los que te rodean dicen: ya no pidas más… ya no vive!

Que harás?, Cúal será tu reacción?

Te quedarás a los pies del maestro, esperando hasta saber la respuesta a tu súplica o desmayará tu esperanza.

Que pasaría si la voluntad de Dios no va a corde con tu súplica?

Para poder afrontar todas estas y aún más interrogantes que no están descritas, es necesario conocer a Dios y tener una relación cercana con El… En el transcurso del tiempo, cuando Jesús estuvo entre nuestros antepasados; todos los que oyeron de El y le buscaron, tuvieron la oportunidad de aprender de El y conocerle; los que se quedaron cerca y anduvieron con El, desarrollaron una relación cercana y a algunos hasta les llamó amigos. “Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer” (Juan 15:15).

El pueblo de Israel estaba clamando a Dios por un rey que les libertara de opresión. Dios les envió a Jesús, pero no creyeron que era el enviado de Dios a pesar de todas las señales que vieron:  Sus ojos, sus oidos y su raciosinio no estaban viendo que la respuesta a la súplica de ellos había sido contestada, porque ellos tenían la idea del rey que querían para que fuera su libertador; estaban enfocados en las cosas materiales y el poder terrenal, pero nunca se enfocaron en La Gran Victoria Espiritual que les había llegado; ignortando que al aceptar a Jesucristo como su rey y Salvador, también les habría sido entregada todas las demás cosas que sus ojos querian ver.

La Amistad es un lazo fuerte que en momentos de angustia te hará confiar en que tu amigo te ayudará  cuando vayas y se lo pidas, porque ya de antemano conoces cuales son las virturdes de él; y aún más, tu amigo te ha confiado los pensamientos y el carácter de su padre.  Eso te da la seguridad de que aunque la petición no sea pequeña, ésta será contestada.

Jesús quiere tener una relación de amistad cercana con cada uno de nosotros y además nos pide estar atentos a nuestra respuesta y aunque nuestros ojos, nuestros oídos y hasta nuestro raciosinio no vean el resultado de nuestra petición; el quiere que no temamos y le creamos a El.

Por lo tanto, la actitud nuestra en las adversidades debe estar rodeada de fe, esperanza, paciencia, confianza y aceptación a cual sea la voluntad de Dios y no la nuestra. Sabiendo que Dios conoce lo mejor para cada uno de nosotros y reconociendo que los pensamientos de Dios no son como los nuestros, lo único que El ha querido es que durante el proceso tengamos paz y al final de la prueba seamos más que victoriosos en Cristo Jesús. “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis”. (Jeremías 29:11).

La actitud el Jairo, el principal de la sinagoga que había llegado suplicando que Jesús le ayudara y no permtiera la muerte de su hija; fue agadable a Dios, porque a pesar de que le trajeron la noticia a cerca de que su hija había fallecido; el no creyó a lo que dijeron los demás; el estaba al lado de quien todo lo puede y sabia que en Jesús siempre hay esperanza.

Cuando la voluntad de Dios no va a corde con la nuestra, debemos estar completamente seguros que El conoce lo mejor por venir, y aún en la adversidad habrá victoria para todo aquel que en El confíe. El ve el camino que habremos de recorrer para llegar a conocerle, servirle, hacernos sus amigos y permitirle que nos guie por el camino Seguro que nos llevará a la vida eterna junto con El.  Asi que, mientras esperamos no olvidemos dar gracias a Dios en todo momento y esperar en el tiempo y la voluntad de El.

Cualquiera que sea tu petición y la mía y que de pronto no veamos cercana la respuesta de Dios a nuestra súplica sino lo contrario, nuestra actitud debe ser de total confianza en El y una vez más hacer nuestra la palabra que fue dicha por el maestro: No temas, cree solamente. (Marcos 5:36).

Recuerda…
“No temas, cree solamente.”

Marcos 5:36

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