Todo ser humano tiene altos y bajos a lo largo de su vida, nunca su parte emosional está al mismo nivel debido a las circunstancias que a diario enfrenta. “De oídas te había oido; más ahora mis ojos te ven.  (Job 42:5).

Todo ser humano tiene altos y bajos a lo largo de su vida, nunca su parte emosional está al mismo nivel debido a las circunstancias que a diario enfrenta y los cristianos no estamos excentos de pasar por los altos y bajos a lo largo de nuestra vida. Sin embargo, para los creyentes el área emosional es superada por el área Espiritual y es por esta razón que las experiencias vividas no serán iguales para los que hemos aceptado a Cristo y confiamos plenamente en El, como para aquellos que lo han negado al no aceptarlo como su Salvador Personal, o que habiéndolo aceptado lo niegan con su estilo de vivir.

Les invito a que nos traslademos simbólica y espiritualmente  a la Feria de la Alegría, Ahí podremos encontrar muchas atracciones, pero en este momento nos vamos a enfocar únicamente en la “Montaña Rusa del Señor”…

A un lado hay un letrero que dice así: Tú eres mi invitado especial, con mucho amor te he estado esperando, ven y súbete, iniciemos juntos el trayecto, tu boleto ya está pagado!

Estando frente a ella, hay quienes no dudan en subir, hay otros que quieren subir pero les dá temor, y después de pensarlo un poco van y se suben. Pero hay muchos, que no aceptan la invitación y aunque les anuncian que no tendrá costo para ellos; que alguien ya pagó el precio, aún así responden : “no estoy preparado”, “todavía no estoy listo para dejar algunas cosas que ando cargando”, “será en otra vez”. Todas no son más que excusas para no aceptar la invitación.

Pero aquellos que aceptamos la invitación, iniciamos nuestros primeros pasos en el cristianismo colocándonos en un carrito o bagón de esa “Montaña Rusa” que marcará nuestro destino.  Muy felices por haber aceptado el reto y con gran espectativa por lo que está por venir, tenemos la confianza en que nos gozaremos;  pero también sabemos que en el trayecto llegará un momento en el cual necesitaremos más que un fuerte suspiro, porque estaremos llegando al punto donde nuestra valentía será  probada:

La parte baja representa todas las experiencias que causan tristeza o dolor en la vida de una persona, es el proceso que le ayudará a madurar en ciertas áreas de su vida.  Para los cristianos son pruebas inevitables que debemos atravesar para alcanzar el verdadero triunfo.  Es allí en la parte baja donde nos sobrevienen circunstancias, en las cuales sólo el amor y la misericordia de Dios nos pueden llevar nuevamente a la cúspide. Es ahí, donde conocemos verdaderamente a Dios, porque lo vemos cara a cara obrando en nuestras vidas de acuerdo a nuestra necesidad y ministrándonos maravillosamente!. Todo… por “El poder de su amor”. Es necesario mantenernos firmes y confiando en Dios, aún en medio de los problemas, y cuando todo haya pasado diremos como el siervo Job “De oídas te había oido; más ahora mis ojos te ven.  (Job 42:5).

Simbólicamente es necesario que el ser humano atraviese la montaña rusa de principio a fin, ya que ésta representa la vida del hombre aquí en la tierra, por lo que es inevitable iniciar el trayecto y experimentar todos los altos y bajos desde su principio hasta el fin. Literalmente es parte de la vida misma: nacer, crecer, reproducirse  y morir. Aunque el hombre quisiéra no Pudiera parar el proceso de envejecer y regresar a la etapa de la niñez. Por lo tanto es normal continuar el cause trasado para el ser humano.

Si aceptaste la invitación de Jesucristo a subir a su “Montaña Rusa”, no sería normal que en el trayecto del viaje, el bagón en el cual te conduces se detenga o peor aún que retroceda.  Hablando espiritualmente, para los cristianos, retroceder  significaría volver a nuestra vana manera de vivir. Entonces  seriamos  como dice su palabra en Prov, 26:11  “Como el perro que Vuelve a su vómito, Así es el necio que repite su necedad”.

Si fuese el caso que tu “bagón ha retrocedido”, es decir hay algo que te ha separado de Dios por la forma en que te has conducido o por las decisiones tomadas; si te acercas a Dios con un corazón sincero  El es amplio en perdonar, su amor es mucho más grande que nuestras faltas; El quiere caminar contigo siempre y conducirte por el camino correcto en el trayecto de tu vida.

Si tú no eres creyente y aún no haz subido a la “Montaña Rusa del Señor”, una vez más, El te hace la invitación, acepta el reto y súbete, tu boleto ya está pagado a precio de sangre El lo compró para tí. Cree solamente!! Y serás grandemente bendecido.

Cualquiera que sea el punto exacto de tu bagón en este preciso momento, Dios quiere que sepas, que tengas la seguridad que no estás solo. Con toda seguridad debes decir:  “Bendice alma mía a Jehová y no olvides ninguno de sus beneficios. (Sal. 103:2). Haz con tus acciones que tu bagón continúe le el cause trasado y no te detengas, sigue siempre hacia adelante…